miércoles, 27 de julio de 2011

¿A qué huelen los coños?

Coño ideal
¡Buenos días! Tras un intenso fin de semana, donde nos hemos vuelto a juntar unas decenas de miles para decir: ¡NO!, lo que, como viene siendo costumbre, ha pasado inadvertido en los Medios de Formación de Masas (bastante tenían con los muertos de Oslo, los muertos de China, los muertos del tiroteo de los Estados Unidos, los muertos en la carretera, la cantante muerta y el torero que casi muere. ¡No hay tiempo para hablar de los vivos!), nos vienen a la cabeza unas reflexiones en cuanto a los olores.

Andábamos esperando a las marchas en la misma Puerta del Sol. Un poco inquietos y nerviosos, pues ya se veían unos por la calle Alcalá, otros se oían por Carretas y muchos también por Montera, además de los que no veíamos ni oíamos. Mirábamos de un lado a otro cuando, de repente, nos vimos atrapados por una oleada de gente con una alegría que ya quisiesen los Tristes. Traían nuevas canciones, satisfacción, y si había cansancio, desde luego no estaba en sus caras. Un bonito momento, y un momento de contrastes que viene a enlazar con nuestra propuesta de hoy.

Allí estábamos, bien peinaditos, duchaditos, con ropa limpia y planchadita, dientes cepillados, aliento fresco, desodorante en los sobacos, un poquito de colonia, muda limpia; esperando inmaculados. Cuando por fin llegan, después de recorrerse España entera en pleno verano, y empiezan a gritar: ¡abrazo colectivo!, ¡abrazo colectivo!... el entusiasmo, digamos, no fue recíproco. ¿Por qué? Pues porque nos hemos olvidado de sudar. Los Individuos tienen que estar siempre limpios, cambiarse de ropa a diario –aunque esté limpia- y, en definitiva, alejarse de cualquier cosa que les recuerde que algo de humano queda. Y es que como hace años que no sudamos, se nos olvida que si hubiésemos hecho lo mismo oleríamos igual. Nos pasó como a la Tertuliana de los Medios que invitaba a los televidentes a que fuesen a Sol para… ¡oler la plaza! Que por lo visto no huele a lo que tiene que oler, no huele como Dios manda. Pero, ¿a qué tienen que oler las plazas? Pues todo indica que a lo mismo que las nubes y los coños:
Y es que el coño ideal (o la Idea de Coño), evidentemente, no huele.  

Pues sí, la gente huele. Es natural que la gente huela, como huelen los coños por mucho que se empeñen en que no lo hagan. Y de esto, de empeñarse en que no huela nada, como de otras represiones, surgen desviaciones –como parece inevitable-. Incluso ya se ha creado un negocio que vive de esto. Algunos, inconscientes, buscan el olor perdido aunque tengan que pagar: www.bragasusadas.com

Desde luego que no vamos a incitar aquí a no ducharse (que ya hay gente que lo practica, sin recomendación alguna, como sabrás si utilizas el transporte público) ni a otras ideas más disparatadas. No nos referimos a eso, sino al imperio de la asepsia, del que empiezan a sospechar incluso los científicos [El exceso de higiene puede ser malo para la salud], y gracias al cual –entre otras cosas- termina uno haciéndose una Idea de sí mismo, o acaba uno convertido en una Idea.

¿A qué esperábamos que oliesen después de un mes caminando sin descanso? Quizás a lo mismo a lo que la tertuliana espera que huela la plaza, a Ideas, como también buscaban los de Evax. Y es que ya se sabe: la Idea de Perro no ladra y la Idea de Plaza no huele.


1 comentario:

  1. Razones para evitar los cosméticos: http://lacomunidad.elpais.​com/loitering-on-street-co​rners/2007/11/18/la-mayor-​parte-los-cosmeticos-conve​ncionales-son-toxicos-2

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