martes, 5 de julio de 2011

Los ¿derechos de autor?

Nos han sugerido comentar algo sobre ‘la caída de la cúpula de la SGAE’. Bien, sería muy fácil hacer leña del árbol caído. Hablar, por ejemplo, de la exigua y peculiar ‘carrera artística’ del gran Teddy, y mil cosas más, pero esto nos tememos que podréis verlo más cómodos en vuestro sofá. Vamos a intentar ir al meollo del asunto, ir a lo que las cosas son. Vamos a intentar decir algo.

Parece que cuando alguien hace algo, si pretende que eso que hace sea público, tratará por todos los medios de:

1. Que se entienda lo que hace. Es decir, se ha de compartir el lenguaje del pueblo. Este no es necesariamente el idioma en que nos entendemos, pues todos sabemos que hay obras en otros idiomas que nos gustan aun cuando no entendamos el significado de las palabras que se usan. Entiéndase ‘lenguaje’ en un sentido amplio.

2. Que lo creado se difunda, es decir, que llegue a todo el mundo, que todos tengan la posibilidad de leerlo, escucharlo, verlo, tocarlo...

Lo que le queda al artista es ver cómo evoluciona ahí, en lo público, lo que por un momento creía suyo. Esto es lo que nos viene, de pronto, en cuanto a los artistas y sus obras.

Se cuela el Dr. Trichet Bernanke sin previo aviso.
 
Dr. Trichet Bernanke: Sí, sí. ¿Y la pasta?
 
¡Vaya! Buenos días doctor. ¿Cómo ‘la pasta’?
 
Dr. Trichet Bernanke: Sí, majetes, el parné. ¿De qué van a vivir los artistas? ¿Del aire?

Pues mire, doctor, poco nos interesa esto, tampoco sabemos cómo se gana usted la vida y preferimos seguir sin saberlo, pero ya que saca el tema: precisamente cuando se habla de ‘derechos de autor’ -como si el creador, en un acto cobarde, no quisiera terminar de desprenderse de eso que ya no es suyo- se habla de Dinero, de beneficios, de productos, del mercado, y esto no tiene nada que ver con el proceso creativo ni con el autor ni con la obra. Imagínese que se pudiesen medir las sabidurías contenidas en los libros de filosofía e intentásemos comerciar con ellas como ocurre en este ‘Mercadillo Filosófico’:
 

La gracia está en que esas cosas no tienen precio, no tienen nada que ver con el Dinero, y al hacerse público el sinsentido de mercadear con lo que no tiene precio, provoca risa, como ocurre con cualquier creación genuina.

También notamos que algunos andan muy preocupados con lo que les copian y otros con cómo hacer negocio copiando a los demás. La obra está por encima de estos menudeos. La obra es huérfana una vez que nace, poco importa que se le atribuya a Ana Rosa Quintana o a Perico el de los palotes, lo importante es que se entienda y todos puedan acceder a ella. ¿Cómo puede sentirse más orgulloso el autor sino viendo que lo que ha hecho lo quiere todo el mundo, que su ‘hija’ es por todos pretendida? Si el autor es autor, y no vendedor ¿cómo iba a poner precio a lo que hace? Lo que hace –si es que hace algo- no puede deberse a un importe. Además, poner precio a algo supondría que sólo aquellos que pudiesen pagar por ello accederían a lo creado, y esto nada tiene que ver con lo público ni con el pueblo, y sí con los Individuos y el Estado de Bienestar: es más basura para consumir.

Dr. Trichet Bernanke: Jejejejeje, eso es muy fácil de decir desde vuestra posición acomodada. ¿Quién os paga? ¿A quién servís? ¿Puedo copiar este post y pegarlo en mi blog ‘Cómo ganar dinero y que parezca que no estás engañando a nadie’? ¿Por qué hacéis esto si, como decís, no cobráis?

Bueno, ya hemos dicho en otras ocasiones que precisamente aquí nos sobra el Dinero, y que no servimos a nadie porque no somos esclavos ni queremos que lo que hacemos sirva para nada, que la servidumbre no es buena compañera.
En cuanto a los contenidos que aquí se publican por los que escriben –mientras no se advierta de lo contrario-, nos remitimos al pie de este blog: desde el primer día en que se abrió, hace unos meses (una eternidad si se compara con la carrera musical de Ramoncín), se modificó la frase que aparece por defecto para que quedase como está: ‘El autor renuncia a todos los derechos’. Pegue usted el post de hoy donde considere, sería un halago.
Y en cuanto a su última pregunta, ‘¿por qué hacéis esto si, como decís, no cobráis?’, pues por amor, doctor, por amor.

2 comentarios:

  1. Me han decepcionado profundamente los Cuerpos de Seguridad españoles, yo esperaba que salieran "los del Rio" en rueda de prensa a explicarnos la amenaza para la libertad que suponía la SGAE y sus vínculos con Al Qaeda y los colectivos de controladores aereos, al final no hubo rueda de prensa y parece ser que la SGAE sólo robaba. ¿Ahora se han dado cuenta?

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  2. Jajajajaja, habría estado muy bien ver a 'Los del Río' en rueda de prensa. A ver si con un poco de suerte -es difícil, pero nunca se sabe-, con todos estos dimes y diretes desaparece ese 'Ente', y ya nos habríamos quitado uno de encima ;-)

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