lunes, 13 de junio de 2011

Por qué la mayoría no hace nada

Volvemos hoy a denunciar lo evidente. Pero si es evidente ¿por qué hay que denunciarlo? Hombre, es evidente que el sol sale cada mañana, y de esto no se suele decir nada y a nadie le extraña. Pero hay otras evidencias de las que tampoco se suele decir nada y  de las que a casi nadie le extraña que no se diga nada, que son más preocupantes. Lo son porque son evidencias no deseables; por ejemplo, que hay gente que literalmente se muere de hambre, o que el 80% de lo que llevas puesto lo han hecho en China seres humanos que trabajan 7 días a la semana en jornadas interminables por un salario mísero. ¿Cómo es posible que esto tan evidente nos la traiga floja?

Si recordáis a los conductistas y sus crueles experimentos (unos científicos que ven a perros, palomas y ratas como objetos y como tales los tratan), éstos hablaban de una cosa que llamaron indefensión aprendida. Venían a decir que cuando tratas a un perro no como lo que es, sino como el sujeto de un experimento (y, por tanto, objeto del mismo), se comportaba de determinada manera. Sacaban conclusiones, hacían postulados, se inventaban leyes y cosas así:

La Indefensión aprendida fue postulada por el psicólogo Martin Seligman. Seligman exponía a dos perros, encerrados en sendas jaulas, a descargas eléctricas ocasionales. Uno de los animales tenía la posibilidad de accionar una palanca con el hocico para detener esa descarga, mientras el otro animal no tenía medios para hacerlo. El tiempo de la descarga era igual para ambos, ya que la recibían en el mismo momento, y cuando el primer perro cortaba la electricidad, el otro también dejaba de recibirla. En cualquier caso, el efecto psicológico en ambos animales era muy distinto; mientras el primero mostraba un comportamiento y un ánimo normal, el otro permanecía quieto, lastimoso y asustado, con lo que la importancia de la sensación de control en el estado de ánimo parecía demostrada. Incluso cuando la situación cambiaba para el segundo animal, y ya sí podía controlar las descargas, era incapaz de darse cuenta y seguía recibiendo descargas sin intentar nada para evitarlo.
[Wikipedia, Indefensión aprendida, la negrita es nuestra]

Todo lo cual lo hacían y lo decían, habitualmente, sin reparar en que es condición indispensable, para aplicar sus leyes, que los perros dejen de serlo y se conviertan en otra cosa: un objeto, algo que la ciencia puede controlar, medir y matar.
¿Y qué nos importan los experimentos de estos chiflados? En primer lugar, lo que nos importa es que sin lugar a dudas, a día de hoy, se siguen torturando monos, perros o cualquier otro animal para confirmar esta o aquella teoría científica. Esto hay que denunciarlo. Y segundo, que en la medida en que las ‘leyes’ obtenidas a través de semejantes experimentos tratan con objetos y que las masas de individuos (y no el pueblo) no dejan de ser un conjunto de hombres –determinado, que se pueden contar- en tanto que no son tales, sino objetos-mercancía (como en el experimento), en esa medida, decimos, estamos tratando con las mismas realidades con las que trataba Seligman.
Así, podemos concluir lo siguiente: los televidentes han aprendido su indefensión. Al entenderse como mercancía, como objetos, no ven lo evidente, y si lo ven creen que nada hay que puedan hacer por cambiarlo.

Como resultado, el animal permanece pasivo frente a una situación displacentera o dañina, incluso cuando dispone de la posibilidad real de cambiar estas circunstancias.
[Wikipedia, Indefensión aprendida, la negrita es nuestra]

Cámbiese ‘animal’ por ‘individuo de la sociedad de consumo’ y se seguirá diciendo lo mismo.

4 comentarios:

  1. La indefensión aprendida es algo que se descubrió haciendo experimentos. No se "inventó" ni lo hicieron unos chiflados locos que se aburrían....El objeto del experimento no era la tortura y tampoco has comprobado si despúés del experimento, a lo sujetos, y digo sujetos no objetos, se les enseñaba a desaprender la indefensión.
    Por otro lado, la indefensión aprendida es una teoría importante que permitió explicar las causas de muchos tipos de depresiones. Depresiones que padecían sujetos, personas que no objetos y que al igual que los perros, consiguen desaprender esa indefensión y superar su depresión.
    Creo que conviene distinguir entre la ciencia y el uso que se pude hacer de la ciencia. Una teoría como la indefensión aprendida, que perdona que insista, no es un "invento" de unos locos....puede ser usada para curar (aunque este término desde un punto de vista psicológico no es del todo correcto) la depresión o como bien dices, aplicado para lograr la indefensión generalizada de los individuos. Pero precisamente, el conocer que la indefensión aprendida existe, permite tomar medidas para que no se produzca en la sociedad, cosa que creo que tú tratas de defender en tu post.
    Y ya para finalizar una pregunta, si un experimento con animales nos permitiera la cura del SIDA, o del cancer o de la parálisis...¿es mejor no continuar y no tener en cuenta las vidas que se salvarían? Un saludo.

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  2. ¡Hola Deckard97! Te contestamos en el post de hoy ;)

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  3. Enhorabuena por el blog. Tan solo si tenéis pruebas de ese maltrato: DENUNCIARLO! y si sabéis quienes lo hacen: PUBLICARLO! y así entre todos podremos boicotear aquellas empresas, investigadores, etc.. que lo hacen Lo dicho, enhorabuena por el blog de "filosofía" tan accesible para todos los públicos.

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  4. ¡Gracias Anónimo! No dudes de que denunciaremos aquí cualquier caso concreto que llegue a nuestras manos.

    Un abrazo.

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