martes, 19 de julio de 2011

Pablo Motos y su Plan B

Mass Media's  Showman
¡Buenos días! Hoy vamos a dedicarnos a hablar de algo que hemos oído en varias ocasiones y que ya nos empieza a chirriar. Parece que muchos creen, incluso algunos de los que por aquí se asoman de vez en cuando, que hay un programa de Televisión que hace algo diferente. Seamos cautos, porque a veces confundimos lo que es con lo que parece, o simplemente tenemos tantas ganas de que ocurra algo, que cualquier destellito se confunde con algo de luz.

Y es que es difícil asumir que todo es basura, que no hay absolutamente nada en la Tele que nos pueda interesar. “¡Tiene que haber algo!, la esperanza es lo último que se pierde. No puede ser que intenten engañarnos constantemente, esto es lo que piensan los pirados conspiranoicos. ¿Cómo va a haber una oscura intención detrás de cada imagen? Y si así fuese, ¿es que no somos ya grandecitos para darnos cuenta?”. Tenéis razón, y así será en muchos casos, pero a veces el engaño es tan sutil, la mentira está tan bien trabada, que no nos resistimos a advertirlo.

Por un lado está esa vocecilla en el fondo de tu alma gritando sin parar: ‘¡qué no!, ¡qué no!, que tiene que haber algo, que alguna vez tiene que pasar algo, que no puede ser todo gris y ceniciento’. Por otro, lo evidente: pero, si algo llegase a ocurrir, ¿podría ello pillarnos sentados en el sofá? Tenemos tantas ganas de que ocurra algo, que sin querer nos tapamos la nariz y damos crédito a lo que no puede tenerlo jamás, a lo que, en todo caso, no es más que Crédito. No, amigos, si alguna vez os ocurre algo no os va a pasar arrellanados en el sofá: el sofá os lo han puesto Ellos para que os sentéis ahí. Es como si el mono del zoo esperase que lo mejor que le pudiese ocurrir fuese a ocurrirle en su jaula, donde, por cierto, está tan bien atendido.

Como decíamos, algunos nos cuentan que un tal Pablo Motos está haciendo algo en la TV ‘novedoso’, que a través del ‘Plan B’ se da una oportunidad a la gente que quiere hacerse un hueco en el mundo de la música de darse a conocer. Un tío comprometido, vamos. Prácticamente la versión moderna de la madre Teresa de Calcuta; seguro que Premios no le faltan:


Pero, ¿qué es eso del Plan B?


¡Vaya! Un whisky, parece que de nuevo nos quieren vender algo. Ohhhhhhhhhh…
No es la primera vez que una bebida de alta graduación aparece en escena, seguro que recordáis este spot (nótense las continuas referencias fálicas):


¿Cómo se va a anunciar la ginebra Larios en TV si está prohibido? Bueno, la ginebra sí, pero no los archifamosos ‘snacks Larios’, que es como consiguieron saltarse las Leyes (que ya se sabe que son contra el pueblo, no para que Ellos las cumplan). La novedad radica en que es la primera vez que una bebida de alta graduación se anuncia de manera tan subrepticia y malvada. Resulta que el alcohol es el causante del 5% de las muertes en nuestro país, y por eso –suponemos- se prohibió el anuncio de estas sustancias (vaya por delante que no nos importa aquí lo que se promocione en los espacios publicitarios, pero sí que se haga subliminalmente, se anuncie lo que se anuncie).
Pero da igual, el alcohol tiene sus cosas buenas: tiene su plan B, que ayuda al que lo necesita, al desvalido, al que no le dan una oportunidad de ser lo que es, y algún día podría ayudarte a ti. Y si puede anunciarse en un programa que presume de audiencia infantil, mejor que mejor, cuanto antes sepan cómo desahogarse los chavales, más felices serán.

En definitiva, lo que contra lo evidente viene a comparecer aquí es la idea de que el Mercado no puede ser tan malvado, sino que también ha de propiciar cosas buenas, de lo cual -tendemos a pensar- tiene que haber alguna corroboración. Algo, o en algún sitio, tiene que verse lo que llevan predicando siglos los liberales: las bondades del Mercado. Una mentira en la que te obligan a creer, y como te la crees (porque si no harías algo contra ella), necesitas un apoyo (algo que le dé sustancia, que siempre creer por creer resulta un poco duro): ‘Ves, ves, mira, el ejemplo no puede ser más claro, en un programa lleno de publicidad, donde ésta se confunde con el contenido mismo (si lo hubiere); lo que yo te decía: ¡es posible! Es posible que del mercadeo, de la prostitución, de la transformación del hombre en Dinero, salga algo positivo: esa chica quería cantar y ahora mucha gente la oye’
Aquí no es necesario que te engañes: lo que nos da por pensar es ¡qué demonios hace ahí esa joven, que transmite energía pura, vendiéndose como una mercancía cualquiera! ¿Va a desperdiciar lo mejor que tiene intentando que alguien la compre? Pues sí, amigos, pues sí, estas son las bondades del Mercado.
Y antes de irnos, metidos como andamos en el cenagal, hay otra cosa que nos llama la atención y que no puede ser casual pero de la que no nos vienen motivos: ¿por qué vestirán de luto los presentadores?
 

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